Características del Apóstol

Apóstol es el que propaga la fe en Cristo, y para ello se requiere estar bautizado. No es necesario tener grandes conocimientos de tipo científico, ni determinada edad, condición física o social, etc. Hay que estar dispuesto. Cristo nos dijo: "Id y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas y enseñándolas a cumplir todo lo que os he mandado".

Para ser apóstol se necesita una fe sin condiciones, ardiente, sin vacilar. Una esperanza para superamos cada día en las dificultades de la vida. 

Paciencia para cuidar a cada alma como el Buen Pastor cuida a cada una de sus ovejas, no descansa hasta que la última está en el redil. El Manual nos indica cómo debemos acercamos a cada alma con sencillez y humildad.

Ha de estar siempre de servicio, olvidándose de sí mismo.

Sobre todo con amor, "que os améis unos a otros, en esto conocerán que sois mis discípulos".

El apóstol tiene que ser sal y luz del mundo, celoso guardián de la verdad. Sin ser abatidos por los obstáculos, y para eso tenemos la oración, "Velad y orad, porque el espíritu está pronto, pero la carne es débil". Los sacramentos nos dan fortaleza y perseverancia en nuestra tarea apostólica.

El apóstol se encuentra con muchas dificultades porque el mundo le arrastra. Nadie se siente con la edad adecuada para ser apóstol. Si es pequeño dice que no tiene preparación, más tarde que tiene que estudiar, de mayor alega que está cansado. Ser apóstol va unido a la persona y nunca ha de dejar de serlo.

El niño, con su sencillez, también puede hacer apostolado, el estudiante en su ambiente, la madre de familia en su hogar inculcándoselo a sus hijos.

Se necesitan apóstoles entregados y es difícil encontrarlos porque nadie tiene tiempo para las cosas de Dios, todo son excusas.

El progreso nos aparta de la vida espiritual y el alma se va haciendo pequeña porque no se la alimenta. Tenemos que convencernos de que gastar la vida por Cristo en el servicio a los demás merece la pena.

El verdadero apóstol es aquel que busca a otro y le comunica el gran tesoro que es Cristo, el único que le hará feliz.

Todos unidos a nuestra Madre podremos ayudar a mejorar el mundo.

María fue el primer apóstol porque dijo sí, tenía fe, y por medio de Ella se nos dio la Salvación, Cristo Jesús.

Cristo no nos pide imposibles, si nos apoyamos en la oración y el amor dejaremos huellas para los que vengan detrás.

(Charla de un Hno. legionario)